La contrapublicidad es una crítica de la publicidad realizada mediante la alteración de los contenidos de sus mensajes. Esto se conoce con el nombre de «subvertising», resultado de la fusión de las palabras «subvert» ('subvertir) y «advertising» ('publicidad').
Consiste en trastornar, revolver y destruir la publicidad utilizando las propias técnicas publicitarias para invertir los significados de los mensajes comerciales. Puede adoptar diferentes formas, como la modificación de vallas publicitarias para desvelar la verdad de los anuncios, el grafiti, el uso de bromas, juegos de palabras con las marcas, etc.
Imagina que un día te encuentras caminando por la calle y ves en tu parada del bus más cercana un anuncio de ropa con modelos de más de la talla 40, otro en la acera en enfrente y uno en la tele cuando sabes que la mayoría de las personas suelen usar una talla 32/34. En las pasarelas, las modelos de tallas pequeñas son rechazadas e ignoradas porque lo que se necesita son modelos de tallas grandes. En las revistas, se suele modificar a los cuerpos para que su cintura sea más grande y sus muslos más rellenos y el objetivo de las personas es aspirar a tener esa ansiada talla 40, sin importar lo que tengan que hacer para conseguirlo.
Sin embargo en el mundo real, este problema no afecta a las personas con la talla 34 sino a las que tienen una talla 40, las llamadas plus size (aunque de alguna manera en bastante erróneo pues estaríamos admitiendo que la "normalidad" es tener la talla 34/36 y a partir de allí lo demás entra dentro de "lo grande" aunque esté estadísticamente comprobado que las tallas más usadas por las mujeres a nivel mundial son la 40/42) suelen ser las menos representadas en medios de comunicación por ese gran culto a la delgadez que se tiene desde hace siglos.
A pesar de todo esto, se está llevando a cabo un proceso de normalización y aceptación del cuerpo de cada individuo ya que no hay persona en este mundo que sea igual a otra y quiere normalizar las estrías, la celulitis y las arrugas, entre otras cosas e impedir el llamado fat-shaming que es humillar a alguien con el conocido insulto 'gordx' y sus muchas variantes (y tampoco permite todo lo contrario, es decir, si la complexión natural de alguien es ser muy delgado no tiene por qué ser llamado 'anoréxicx' o calificativos parecidos).
Por ello se está haciendo eco en los medios de comunicación esta positividad corporal y por supuesto las grandes empresas textiles no quieren quedarse atrás y emplean esto como medio de atracción de clientes.
Publicidad de Asos donde se ve una modelo con estrías
El problema llega cuando este tipo de anuncios son empleados de la manera incorrecta y se ve claramente las intenciones de la marca de intentar seguir esa corriente que toma fuerza (intentar quedar bien con los clientes) para llevarse un poco más de dinero al bolsillo sin importarles realmente el objetivo de lo que se denuncia. Aquí llega el ejemplo del polémico anuncio de Zara.
Un diseño sencillo, minimalista con el lema 'Love your curves' para que sus chicas con curvas se den cuenta de lo genial que es la marca al intentar incluirlas, ¿verdad? Pero en el momento que vemos las modelos del anuncio, ¡oh, sorpresa! Las chicas de la foto no llevan más de la talla 36 y su tipo de cuerpo es el llamado periódico (cuadrado, sin curvas), que no hay ningún problema en tenerlo, sólo que no es para nada lo que se anuncia en el cartel.
El infame cartel
Así pues, todas las redes sociales ardieron en cólera y llenó de titulares a los medios (véase Huffington Post o El Periódico entre muchos de los que se hicieron eco de la noticia) y yo decidí crear un anuncio que realmente representa lo que están intentando anunciar, a mujeres con curvas.
Las modelos que vemos en mi foto son Ashley Graham y Philomena Kwao, dos modelos plus size. Ashley es una de las modelos curvy más cotizadas del momento, quien con 30 años, ya ha aparecido en la portada de revistas de moda como Vogue, Harper's Bazaar, Glamour y Elle y Philomena, a quien decidí incluir ya que si las curvy apenas están representadas, una modelo negra y curvy aún menos. Saltó a la fama como el rostro de la línea de ropa moderna, Torrid. También ha modelado para marcas como Nordstrom, Lane Bryant y en publicaciones conocidas como Sports Illustrated o Cosmopolitan UK.
A la hora de realizar la tarea, me encontré con que apenas sabía manejar el Photoshop original, pues estaba acostumbrada a usar aplicaciones menos complejas para retocar fotos y aunque al principio me sentí frustrada, cuando ya supe como utilizarlo y conforme fui haciendo el contranuncio, me sentí realizada en el sentido de que ya había conseguido 'pillarle el tranquillo' a algo para mí tan difícil y que el resultado no terminase siendo tan malo como había pensado que resultaría.
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